Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de abril, 2019

Motivación, proyección y desafío

¿Cual es mi motivación real al hacer las cosas?  ¿Que es lo que realmente me impulsa a hacer y decir las cosas?   ¿Es Dios?  Un corazón que ha entendido lo que significa la cruz, cambia de perspectiva, y tiene un enfoque claro, un punto objetivo pero partamos del principio, de la base: Lo único que le pido al Señor —lo que más anhelo— es vivir en la casa del Señor todos los días de mi vida, deleitándome en la perfección del Señor y meditando dentro de su templo.     Salmos 27:4  Existen momentos donde nos sentiremos más solos que nunca, abandonados, sin propósito y justo en esos momentos hay una alarma en nuestro interior que se hace sentir muy fuerte, yo le llamo un grito desesperado por momentos en la presencia de Dios. David lo entendía y por eso escribió este salmo. No hay otra cosa que necesitemos más que la presencia de Dios y hasta que no entendemos eso, no podemos experimentar lo que David sentía en ese momento. Ahora bien...

¿Dar? ... Eso no me corresponde

Abraham, un hombre de fe, consagrado al Señor y con un corazón para el, se ve envuelto en una situación donde sacrificar una promesa dada por Dios hace muchos años era su acto de obediencia. Aquel anhelo el Señor satisfizo en el corazón de su siervo, ahora le estaba siendo "quitado" por el mismo Dios. "Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento" Marcos 12:30 Este siervo demostró amar a Dios con todo y por encima de todo; con su corazón, alma, mente y cuerpo. Fue capaz de entregar su tesoro más preciado por amor a Dios y obediencia a Él, confiando en sus planes y voluntad para su vida.  Ahora bien, ¿soy yo capaz de sacrificar mi Isaac por amor a Dios? ¿Soy capaz de dar lo que más amor por causa de Él?  Para poder dar como Dios quiere que lo hagamos, debemos ser conscientes de 3 cosas:  Debo dar en el lugar adecuado: En mi casa, mi barrio, mi i...

¿He pasado la prueba?

¿Qué es la justicia? ~  Cumplir lo que he prometido Siempre tendemos a poner a Dios bajo la lupa evaluadora y determinando (cada uno según lo que le parece) “¿Qué tan justo es el?”, prueba que por lo general no pasa. Es increíble, ¿no crees? No quiero enfocarme en quien es cada uno para hacer lo anteriormente mencionado, sin embargo, somos así y Dios nos entiende. El punto es que quiero que abras un poco más tu mente y en lo que leas a continuación no lo evalúes a él, evaluémonos cada uno (yo también haré el ejercicio). «Cuando mis noches estaban llenas de alegres canciones. Ahora busco en mi alma y considero la diferencia. ¿Me habrá rechazado para siempre el Señor? ¿Nunca más volverá a ser bondadoso conmigo? ¿Se ha ido para siempre su amor inagotable? ¿Han dejado de cumplirse sus promesas para siempre? ¿Se ha olvidado Dios de ser bondadoso? ¿Habrá cerrado de un portazo la entrada a su compasión? Interludio Y yo digo: «Este es mi destino; el Altísimo volvió su mano co...